¡Qué levante la mano quien no ha oído alguna vez I'm Gonna Be (500 Miles)! La canción bandera de Proclaimers, gemelos escoceses que en una longeva carrera acercándose a los 40 años han basculado con brillantez del rock y soul al country y folk, al igual que del furor a la sensibilidad.
Los idénticos Charlie y Craig Reid, incluso en el número de dioptrías, empastan consecuentemente a la perfección sus voces enfundadas en un cuidado armazón instrumental y también comparten la composición.
Como esponjas se empaparon en la niñez de Beatles, Rolling, Kinks, evolucionaron en la adolescencia a Jamo Clash y, en cambio, empezaron a tocar como dúo acústico. El escaparate les llegó en 1986 cuando telonearon a los Housemartins.
Debutaron al año siguiente de la mano de Chrysalis con This Is The Story, que contenía el primer impacto, Letter From America, producido por su paisano Gerry Rafferty. Continuaron con el memorable álbum Sunshine On Leith (1988), remembranza a su origen, distrito portuario de Edimburgo, y esa satisfacción en el título a cuando aparece fugazmente un rayo de sol en las 'tierras altas'.
500 millas y otras 500 más
"Caminaría 500 millas y otras 500 más para caer rendido ante tu puerta", es la esforzada y admirable declaración de amor de los Reid en I'm Gonna Be, estimulante pieza roquera que se convirtió en éxito instantáneo y continuado al incluirse cinco años después en la banda sonora de la comedia romántica Benny & Joon (protagonizada por Johnny Depp).
El acierto del tema es que a las apasionadas voces de Craig y Charlie, quien para distinguirlo de su hermano es el que toca la acústica, se une en extraordinaria cabalgada una sólida banda con las guitarras de Jerry Donahue, Paul Robinson y Dave Mattacks a la batería, el bajo de Phil Cranham y las teclas del productor Pete Wingfield.
También itinerante es I'm On My Way, aunque en esta ocasión el camino transita del sufrimiento a la felicidad. Otra estampida sónica que conjuga la potencia instrumental con esencia de R&R, el piano juguetón de Wingfield y las colosales armonías de los gemelos.
El sentimiento nacionalista escocés aflora en Cap In Hand para proclamar 'respetuosamente' que no entienden por qué "dejamos que cualquiera pueda regular en nuestra tierra". Más explícito es What Do You Do?, "¿Qué haces tú cuando la democracia te falla? (...) y los del sur siempre se lo llevan todo".
Una agradable canción con espíritu country envuelta de acústicas sumadas a mandolinas y flauta irlandesa a cargo de Stuart Nisbert para el alarde vocal de los Reid.
Mi vieja amiga la tristeza
Sin salir del ambiente campero bordan My Old Friend The Blues, versión del gran Steve Earl. Sentida balada que se inunda de las acústicas de Donahue y Charlie, la suprema steel de Gerry Hogan y los hermanos preciosamente entrelazados para lamentar que su única acompañante fiel es "la vieja amiga tristeza".
La bucólica Sunshine On Leith supone otro delicado ejercicio al compás de un vals que empieza afligido y va cobrando esperanza religiosa con el bonito piano de Wingflield y el violín de Steve Shaw acoplados a las desnudas voces de los hermanos Reid en su ciudad natal. Se convirtió en el himno no oficial del club de fútbol Hibernian.
Y entonces te encontré
Esos 'pregoneros' recobran la ilusión que creían perdida en Then I Met You, un enérgico crescendo con los hermanos gritando que todo lo malo se desvaneció cuando "Te encontré". A destacar los variados registros a la guitarra de Donahue con memorable punteo campestre.
Come On Nature es una plegaria positiva mirando al cielo para pedirle a la naturaleza que pueda ser feliz con la chica a la que quiere. Ritmo pop vivo con un pegadizo desarrollo.
It's a Saturday Night destila sentimiento blues, que se palpa celta en Sean con marcada subida, derroche amoroso en Teardrops y vuelta a las praderas en Oh Jean.
Seis años hubo que esperar hasta el tercer álbum del dúo, que tuvo como canción más reconocida Let's Get Married, y otros siete más para la publicación del cuarto, Persevere (2001). Desde entonces han editado ocho discos más, el más reciente Dentures Out (2002), para perpetuarse como uno de los iconos más importantes de Escocia, siempre con permiso del whisky.
¡A disfrutarlo, háganme el favor!
THE PROCLAIMERS - SUNSHINE ON LEITH (1988)
.1. I'm Gonna Be
.2. Cap In Hand
.3. Then I Met You
.4. My Old Friend The Blues (Steve Earle)
.5. Sean
.6. Sunshine On Leith
.7. Come On Nature
.8. I'm On My Way
.9. What Do You Do?
10 It's A Saturday Night
11 Teardrops
12 Oh Jean
- Todas las canciones compuestas por Charlie y Craig Read, salvo donde se indica
. Otros discos recomendados: This Is The Story (1987), Hit The Highway (1994), Born Innocent (2003), Notes & Rhymes (2009), Angry Cyclist (20018)
La gran dama, reina del soul y un sinfín de reconocimientos y títulos solo comparables a la reina de Inglaterra y la Casa de Alba juntas vienen a corroborar la importancia suprema de Aretha Louise Franklin en este género musical.
Compositora, pianista y dotada de una portentosa garganta esta artista nacida en Memphis acaba de cumplir los 76 años, el 11 de junio de 2017 ofreció el que quizás sea su último concierto en su ciudad adoptiva de Detroit y publicó con la producción de Stevie Wonder el probable canto de cisne fonográfico.
La Psiquiatría diagnostica como ’trastorno mental’ a las personas bipolares, pero esa alteración se torna en virtud cuando se aplica a la música y mejor cuanto más multipolar.
Tal es el caso de Yola, británica de raza negra, voluminoso cuerpo, ensortijado cabello y, sobre todo, una excelente cantautora que sin renunciar a su herencia soulera se desenvuelve de maravilla en el country para romper el estereotipo de que este estilo es privativo de rubias norteamericanas con voces cristalinas.
Yolanda Claire Quartey, natural de Bristol, empezó en el grupo local Phantom Limb (2005 a 2012), colaboró como vocalista para otros artistas y se aventuró en solitario con el EP Orphan Offering (2016) en memoria a su madre fallecida tres años antes.
Someday, Someway perdura como una de las perlas que nos deparó la ‘New Wave’ con los mágicos ingredientes de un vivo compás, estupendas armonías vocales e irresistible estribillo.
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The Velvet Underground fueron, y siguen siendo, objeto de culto de la escena musical y artística de Nueva York en la segunda mitad de los 60. Cuando tocaron a su fin en 1970, su padre espiritual Lou Reed emprendió una carrera en solitario con un primer disco homónimo que no trascendió.
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Grandiosa obra que ya desde la portada ilustra la imagen glam del momento y, lo más importante, reproduce el talento de este artista transgresor con una amalgama de canciones que van desde el rock visceral a la sensibilidad más tierna o a la golfería cabaretera.
El irresistible ascenso al estrellato a mediados de los 90 de la banda de Manchester Oasis (seguidores acérrimos del City, no del United, que conste) revivió en las islas un fenómeno que no se recordaba desde la Beatlemanía.
Su primer álbum Definitely Maybe (1994) entró directamente al #1 en las listas y el que nos ocupa del año siguiente, (What's The Story) Morning Glory?, le superó al convertirse en el disco de mayores ventas en Gran Bretaña en la historia desde Bad de Michael Jackson, además de ser disco de platino en Estado Unidos.