El nombre Stealers Wheel puede que no diga mucho en estos tiempos, pero basta con escuchar los primeros compases de Stuck In The Middle With You para celebrar el que fue su 'one hit wonder' de 1972, perpetuado por Quentin Tarantino en una de las escenas más impactantes de Reservoir Dogs.
Igualmente reconocido es uno de sus componentes, Gerry Rafferty, que alcanzó el éxito con Baker Street años después.
Pero retrocedamos a los 60 cuando dos compañeros escoceses en un colegio de la localidad de Paisley, el mencionado Rafferty y Joe Egan, compartían sus inquietudes musicales. El primero ya había formado parte del Humblebums e incluso editado un disco en solitario, hasta que ambos decidieron formar Stealers Wheel.
Publicado en 1972, el álbum homónimo de estreno muestra el enorme talento compositor del dúo, unido a unas armonías vocales esmeradamente engarzadas de tradición folk y el acierto en la producción del legendario tándem de la era dorada del R&R, Jerry Leiber y Mike Stoller, para dotarles de mayor fuerza, respaldados con una potente banda.
En el medio
Stuck In The Middle With You emerge con unas acústicas que se van desbocando, el bajo contundente de Tony Williams, la percusión creciente de Rod Coombes, los punteos de Paul Pilnick y Luther Grosvenor, la voz nasal dylaniana de Rafferty y los coros de Egan para gestar un soberbio tema que te atrapa de principio a fin.
Las deliciosas voces de estos 'Ladrones de ruedas' se funden en la preciosa balada Late Again, que abre el disco, conducida por un solemne órgano, ritmo atenuado y saxo preeminente para completar la melancólica atmósfera.
De la pluma de Joe Egan surge la deliciosa Another Meaning, otro remanso que rezuma mucho espíritu Beatles, pianos, acústicas y los coros celestiales de ambos con una gradual subida de la base.
Los punteos de I Get By podrían confundirse con el genuino estilo de George Harrison aunque son de Luther Grosvenor (tiempo antes de que fichara por Mott The Hoople), en uno de los capítulos más rockeros del disco, de nuevo con protagonismo de Egan y la banda muy sólida.
Rafferty continúa con Outside Looking In, impregnada de efluvios psicodélicos que van cobrando brío cañero con un desenlace intenso del bate Coombes. Y también compone la siguiente, Johnny's Song, ejercicio rockero sin perder la esencia de sus voces siempre atrayentes.
El binomio nos regala Next To Me, tiernas acústicas, piano eléctrico, base arrastrada que evoca playas caribeñas y la voz cálida en un arrebatador timbre de Egan. Una joya con el bajo omnipresente de Williams y final apoteósico estilo doo-wop.
Encaje de bolillos y voces
You Put Something Better Inside Of Me contiene otro bello encaje vocal con un manto de cuerdas. las acústicas y el saxo coloreando.
Egan aporta otras dos canciones. La enérgica José, con lucimiento guitarrero de Pilnick. y la intimista Gets So Lonely, piano eléctrico para un nuevo deleite de las dos gargantas al unísono.
Pese a ello, la relación personal entre los dos escoceses no era tan buena como la musical. Rafferty abandonó, pero el éxito de 'Stuck...' le convenció para regresar y grabar un gran segundo álbum, Ferguslie Park, con memorables temas como Star, Nothing's Gonna Change My Mind o Everything Will Turn Out Fine. Tampoco duró mucho el advenimiento y después de un tercer trabajo, Right Or Wrong, partieron sus caminos definitivamente.
Egan publicó dos discos y una canción para enmarcar, Back On The Road Again, pero fue Rafferty quien triunfó en 1978 con el mega-hit Baker Street y el Lp City To City. En total sacó una decena de discos, hasta que una crisis hepática acabó con su vida. En enero de 2021 se cumplirá una década.
¡A disfrutarlo, háganme el favor!
STEALERS WHEEL (1972)
.1. Late Again
.2. Stuck In The Middle With You
.3. Another Meaning (Joe Egan)
.4. I Get By (Joe Egan)
.5. Outside Looking In (Gerry Rafferty)
.6. Johnny's Song (Gerry Rafferty)
.7. Next To Me
.8. José (Joe Egan)
.9. Gets So Lonely (Joe Egan)
10 You Put Something Better Inside Of Me
- Todos los temas compuestos Egan-Rafferty, salvo donde se indica
- Otros discos recomendados: Ferguslie Park (1973), Right Or Wrong (1975).
El blues puede presumir de tener casi tantos reyes como los de Taifas y Godos, pero ninguno como Riley Ben King, apodado Blues Boy King y universalmente conocido como B. B. King, que expandió este género a todas las audiencias.
Dotado de una fascinante elegancia para hacer llorar, reír y hasta enfurecer a su inseparable guitarra Gibson Lucille en constante competición con un imponente vozarrón, King se erigió en el mayor protagonista de este género con una prolífica carrera que abarcó más de 60 años.
Recolector de algodón en su Misisipí natal, su primo Bukka White le enseñó a tocar la guitarra que ya nunca abandonó. Fue profesor rural y con 23 años se instaló en Memphis, formó su propia banda, muy influenciado por estilo de T-Bone Walker, trabajó de DJ en una radio y despegó sin retorno a principios de los 50.
La idea de que el country es esa música amable que evoca grandes praderas, olor a vacas y al cowboy jurando amor eterno a Mary Lou es un estereotipo que rompe Steve Earle.
Este cantautor virginiano, criado en Texas y establecido en Nashville, de barbas ralas y pelo enmarañado (ya escaso) ha tenido una vida tumultuosa, incluida una temporada entre rejas por posesión de heroína, sin menoscabo de su talento para escribir estupendas canciones, un buen puñado de ellas para otros.
Es lógico pensar que el primer villancico se cantara en el mismo portal de Belén. Desde entonces la tradición de las canciones navideñas se ha perpetuado hasta nuestros días cuando se acerca el solsticio de invierno.
Pocos son los artistas que no han sucumbido a la tentación de evocar estas fechas. De entre tanta y desigual producción hay un disco que reluce más que la estrella que parece guió a los Reyes Magos, A Christmas Gift For You From Phil Spector.
Corría el año 1963 y el genial, innovador y maníaco violento (cumple condena por asesinar a la actriz Lana Clarkson), Phil Spector, reunió a su mejor elenco para obsequiarnos con el más preciado regalo de Navidad.
¡Qué levante la mano quien no ha oído alguna vez I'm Gonna Be (500 Miles)! La canción bandera de Proclaimers, gemelos escoceses que en una longeva carrera acercándose a los 40 años han basculado con brillantez del rock y soul al country y folk, al igual que del furor a la sensibilidad.
Si hay un grupo que nos evoca el verano, este que amenaza con abrasarnos, si es que no lo ha hecho ya, son los Beach Boys.
Playas paradisíacas en el Pacífico, chicas y chicos rubios haciendo surf y bailando desde la puesta de sol al ritmo de las estupendas armonías de los hermanos Wilson, su primo Mike Love y el vecino Al Jardine del pueblo californiano de Hawthorne. Seductora estampa ¿no?
All Summer Long quizás no llegue al nivel de la considerada su obra maestra, Pet Sounds, pero ya sea al menos por el título sí es una celebración estival que nos viene al pelo con esta canícula.
Y para abrir boca una canción perfecta. I Get Around. Sublime ensamblaje de Rock'n'Roll y doo wop. Como no podía ser de otra manera, nacida del talento de Brian Wilson que comparte la voz solista con el primo Mike.